Después de que el pleno de Torrent aprobara la moción presentada por Compromís para obligar al propietario del Palacio Giner Cortina a apuntalar el edificio con carácter urgente, el afectado, Felipe García, ha señalado que hace apenas un mes, el consistorio torrentino desestimó un proyecto de un inversor en el que se proponía la rehabilitación de la edificación.
La parcela está en venta desde hace algunos años y el precio, marcado por su propietario, es de un millón de euros, aunque la declaración de Bien de Relevancia Local con la que cuenta ha supuesto un impedimento a la hora de que sea atractiva para los inversores.
Hasta ahora, García señala que ha tenido dos ofertas en firme y en esta tercera «los posibles compradores estaban muy interesados». «Presentaron el proyecto ante la dirección territorial que dio su visto bueno, pero el arquitecto municipal no ha dado su autorización», añade el propietario y recalca que «el ayuntamiento ha puesto impedimentos legales para no dar la autorización a la actividad que se pretendía establecer en la parcela».
Según García, «esta era una buena oportunidad para rehabilitar el edificio y recuperarlo ya que se recogía en el proyecto y, en la parcela, solo se había previsto la instalación de luz y agua y su ajardinamiento».
El propietario no oculta su «enfado» con la administración local «no entiendo cuál es el problema y por qué se ha negado una posibilidad que había para recuperar el edificio que es lo que el pueblo y el ayuntamiento quieren». Por su parte, fuentes municipales señalan que la actividad de camping de caravanas que se presentaba en el proyecto «no es compatible con los usos de la parcela» y la negativa para la actividad se basa en cuestiones técnicas por su cercanía a la población.
Los planes de la administración local con respecto al palacio de Giner Cortina pasan ahora por retomar el expediente de declaración de ruina y dictar una nueva orden de ejecución de rehabilitación de este Bien de Relevancia Local a cargo del propietario, tal y como se aprobó en la última sesión plenaria con el apoyo de todos los grupos políticos.
Aunque desde Ciudadanos plantearon la propuesta de expropiar la propiedad por un importe cercano a los 80.000 euros, según sus cuentas, la aportación no llegó a aprobarse ya que como señalaron desde Compromís, «su rehabilitación es urgente y un expediente así se demoraría en el tiempo». Además, «supondría un desembolso para las arcas municipales».
Por su parte, el alcalde, Jesús Ros, señaló al respecto que «usaremos las herramientas urbanísticas de las que dispone el ayuntamiento para resolverlo».
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